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“Filosofía es la carrera del eterno rebelde”, Paola Fernández, la 'filosotuber' javeriana

Paola Fernández filosofa javeriana
Verónica Gómez Torres

Creado por: Verónica Gómez Torres

Rebelde, ese que tiene muchas preguntas sobre la vida, el que pregunta y contra pregunta porque siempre quiere saber más, el que cuestiona lo que la sociedad por años ha dado por sentado, el de la mentalidad crítica. Esa es la descripción del filósofo que hace una filósofa, Paola Andrea Fernández, la ‘filosotuber’ que está acercando a los jóvenes a la filosofía de forma no convencional.

“La llamo la carrera del eterno rebelde y siento que la filosofía debe cultivar siempre eso”, lo dice esta egresada javeriana que bajo el nombre de Diarios de una Sofía en las redes sociales intenta hacer de la filosofía una herramienta para que muchos puedan sobrellevar su realidad.   

De su época como estudiante en Javeriana Cali tiene montón de anécdotas, cuando trabajó en el Centro de Escritura Javeriano, su experiencia como inductora y promotora institucional, dictó talleres de equipamiento laboral y perteneció al grupo Ágora de Filosofía. “La Javeriana me dio mucho y estoy agradecida con la universidad”, resalta.

Estudiando Filosofía descubrió que le gusta enseñar, así que antes de graduarse ya era docente en un colegio. Hoy es profesora ciento por ciento y con tres trabajos: enseña filosofía, metodología para la investigación, lengua castellana y cátedra para la paz en un colegio de Cali, es profesora de dos asignaturas del programa de Filosofía de Javeriana Cali y da una materia de forma virtual en una universidad de Bogotá.

Paola Fernández es un enamorada de su profesión, es la tercera graduada de la carrera en Javeriana Cali y hace poco recibió el título como magíster en Filosofía en Univalle. Dice que no se ve haciendo otra cosa más que Filosofía y ahora menos cuando se ha dedicado en redes sociales a cuestionarnos ¿qué diría Platón si tuviera TikTok? Hablamos con ella.

 

¿Qué te llevó a decidirte por Filosofía?

Me enamoré de la Filosofía gracias a una profesora del colegio, quien era hija de unos los mejores profesores de Filosofía de la Universidad del Valle. Más allá de un contenido teórico, ella cultivó el amor por la mentalidad crítica, el amor por el conocimiento, ese deseo de saber más, de preguntar, de problematizar aquello que resulta obvio, y sobre todo indagar las normas. También tenía afinidad por las letras y las humanidades en general.

“De qué vas a vivir” es una pregunta constante para quienes deciden formarse como filósofos. ¿Te cuestionaste esto mientras estudiabas?

Esa es una pregunta fruto de una sociedad completamente mercantilizada y de la hiper productividad que nos hace preguntarnos todo el tiempo por el hacer más que por el ser. Soy profesora de colegio y cuando le pregunto a mis estudiantes qué quieren ser, me responden por el hacer: yo quiero hacer plata, tener casas, tener aquello, pensando en el fin más que en el camino para llegar. 

En el pregrado no me preocupó nunca qué quería hacer sino que quería ser y yo quería ser una persona académica, apasionada por lo que estaba haciendo. Descubrí que tengo una buena oratoria y capacidad de hablar en público, entonces pensaba que sería docente, conferencista o trabajar una ONG, pero me concentraba más en construirme en la carrera. Además, mis papás me apoyaron mucho siempre porque me veían enamorada de lo que estaba haciendo.

¿Por qué elegiste la Javeriana Cali para estudiar Filosofía?

Tres razones. Primero, porque mi mamá y mi hermano son egresados javerianos y conocía de la formación jesuita, que me parece bien interesante. Segundo, me gané la beca Magis, y tercero la opción que tenía de estudiar doble programa. Estudié al mismo tiempo Filosofía y Psicología. Y hoy como egresada puedo decir que es una universidad muy volcada el servicio, que es algo que como filósofos tenemos que hacer. 

¿Y qué pasó con Psicología?

No terminé la carrera porque al empezar a trabajar en un colegio me di cuenta que no me veía al otro lado de la silla como psicóloga, y porque me apasioné por el ejercicio filosófico y el aula. Los filósofos no necesariamente tienen que ser docente, pero algo en lo que nos desenvolvemos muy bien es en el ejercicio pedagógico.

Defines tu estilo pedagógico como disruptivo, ¿cómo enseñar filosofía en tiempos de Instagramer y Youtubers?

Yo creo que la filosofía tiene que ser vivencial. Siempre imaginan al filósofo por allá metido en la biblioteca, pero no es así, hoy en día hay muchas cosas que nos convocan, por ejemplo, cómo usamos las redes sociales y cómo nos afectan como humanos, qué es ese cuento de la inteligencia artificial o cómo podemos pensar la noción de ciudadanos en un Estado, cómo pensar la paz y la justicia.

A mis estudiantes les muestro que la filosofía puede construir desde distintos escenarios, que se puede hacer filosofía en Tik tok, Twitter y Facebook. La filosofía es rigurosa, pero parte de un ejercicio muy desde el asombro del niño curioso, entonces no puedo empezar por las categorías kantianas a quienes se quieren aproximar a la filosofía, más bien porque no le hablo de manera muy sencilla de ciertos temas y poquito a poco van profundizando si así lo desean. 

¿Bajo esa metodología nace el libro Diarios de una Sofía?

A mí siempre me ha llamado la atención la divulgación, porque es como traducir un lenguaje complejo en uno más sencillo. Lo intento hacer con el libro, que habla de Sofía, una adolescente que acaba de pasar por una ruptura y está en el momento de escoger una carrera profesional; esas situaciones límites la llevan a preguntarse cuál es el sentido de la vida, y si la vida tiene algún propósito. Para tratar de responder lee filosofía y se encuentra con cuatro autores: Séneca, Michel de Montaigne, Schopenhauer y Camus, que voy dando a conocer de una manera diferente. Es un libro escrito en segunda persona e interactivo porque tiene espacios para que respondas preguntas, una página de stickers, dibujos hechos por mí y unos códigos QR que dirigen a vídeos en los que explicó ciertos autores.

Diarios de Sofía está en las redes, convirtiéndote en una filosotuber…

Tengo cuenta Facebook, Instagram y mi canal en Youtube. Hace poco empecé a hacer videos en Tik Tok y también abrí Twitter. Las redes sociales para mí son la gran revolución del conocimiento y hoy en día hay muchos divulgadores que te acercan a conceptos que uno consideraba súper ajenos de una manera muy sencilla y eso hago con @DiariodeunaSofía hacer divulgación filosófica para todos los públicos.

¿Qué le dirías a alguien que quiere estudiar Filosofía hoy?

Que va a tener que leer, escribir y pensar, y eso suena como obvio porque todo el tiempo pensamos, pero no, no es así. Otras carreras te enseñan cosas que tienes que memorizarte, aprenderte, escribir literalmente en un parcial, en cambio Filosofía te invita a crear y hacer conocimiento y de alguna manera cuestionarte la realidad y eso puede ser disonante y hasta un poco complicado porque implica mucha creatividad, somos como artistas del pensamiento. Y en la carrera son pocos estudiantes entonces tienes más posibilidad de compartir con los profesores, de aprender mucho más de ellos, de tener una educación mucho más horizontal que vertical. 

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