El vértigo de andar en la ciudad, de la academia a la sensibilización ciudadana

Te levantas una hora antes, te pones ropa deportiva, empacas las prendas que usarás el resto de la jornada, te armas de un pequeño casco y emprendes el viaje en bicicleta para llegar a tu oficina, quizá al lugar donde estudias.

Aunque quieres disfrutar de la belleza natural de Cali, de sus paisajes, sus colores y hasta de su aroma, resuelves concentrarte en el caos de una ciudad con bicicarriles pasados por baches, invadidos por carros y motos mal estacionados; una ciudad donde ceder el paso no es el común denominador, donde los conductores no respetan los 1.5 metros de distancia para adelantar a un ciclista; donde los motociclistas afanados deciden ahorrar un par de segundos avanzando por el espacio exclusivo para bicicletas y a una velocidad más imprudente que el acto mismo. Una ciudad donde en ciertas zonas solitarias se te acelera el pulso, porque sabes que podría estar esperándote un delincuente; zonas donde a veces te gritan piropos que no lo son tanto, zonas donde un mal movimiento, una pedaleada errónea, un peatón descuidado o un perro corriendo sin collar podrían llevarte a un desenlace marcado por el ardor, el dolor y la angustia de estrellarte contra el asfalto. Así, cada día te enfrentas al vértigo de andar en la ciudad.

Lo que parece una exageración representa la anécdota de los miles de caleños que caminan o usan como medio de transporte una bicicleta, patines o patinetas. Esto fue lo que impulsó a dos profesores del Departamento de Comunicación y Lenguaje y a 25 estudiantes de distintas carreras de la Javeriana Cali que, con el apoyo equipo del Laboratorio de Comunicación, crearon una iniciativa para generar una experiencia en 360 grados con gafas de realidad virtual.

Entre enero y mayo del 2022 el número de accidentes de tránsito aumentó en un 35,7% con respecto al mismo periodo del año pasado, según datos del Observatorio de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de Cali. El número de ciclistas que murieron en un accidente también aumentó en un 25%.

El vértigo de andar en la ciudad, como lo bautizaron, tiene el noble propósito de sensibilizar a los ciudadanos acerca del diario vivir de quienes usan medios de transporte alternativos, iniciativa que nació en el marco de la Semana Diagonal y que fue presentada recientemente en un evento pedagógico organizado por la compañía Arup Colombia, en el Bulevar del Río.

“La idea es que las personas se pongan los óculos, se monten en una bicicleta estática y sientan esa complejidad que sentimos los que andamos en bicicleta para poder generar esa conciencia de que hay que cuidarnos entre todos y apoyar este tema de la movilidad alternativa”, explicó Diego Fernando Montoya, director del Departamento de Comunicación y Lenguaje de la Seccional.

El académico señaló que Los videos en 360 fueron grabados en el sur de Cali, la Avenida Cañasgordas, la Carrera 100 y el sector de Unicentro, zonas donde se presentan problemas de andenes o no existen, problemas en las franjas azules que no están en condiciones para el uso de la bicicleta, y donde hay varios semáforos fuera de funcionamiento. “Es una pequeña muestra, pero que refleja mucho lo que es la infraestructura de nuestra ciudad”.

Para Montoya, el ideal sería que la experiencia de El vértigo de andar en la ciudad ayudara a generar nuevas y mejores políticas públicas, que nos permitiera comprender que Cali es una ciudad maravillosa para andar en bicicleta por el clima y su el relieve.

“Desafortunadamente, por nuestra cultura, porque a veces no respetamos al otro, por la infraestructura que no está bien cuidada y por el tema de la inseguridad, a algunos les da miedo usar la bicicleta. Ojalá esto sirva para generar conciencia entre las personas que tienen influencia en la ciudad para entender que si le ponemos más cuidado a la movilidad alternativa vamos a reducir un poco la contaminación, los trancones y vamos a vivir mucho mejor”, añadió.

Por su parte, la profesora Mónica Bravo, manifestó que la iniciativa, que tiene una clara intención pedagógica que colinda con una experiencia recreativa, permite “habitar el cuerpo” del otro y, a partir de ahí, da lugar a la reflexión de cómo es el comportamiento que tenemos con los otros dueños de la vía. “En medio de este juego de ponerse las gafas y subirse a la bicicleta estática podemos entender y ponernos en los zapatos de la otra persona, conectar con el otro, construir comunidad, entendernos como ciudad, no solo desde el individuo, sino en colectivo.

Cali tiene 165 kilómetros de ciclo infraestructura construidos en diferentes modalidades. Expertos consultados por El País Cali señalaron que la falta de mantenimiento de los corredores y la interconexión entre los mismos pone en riesgo la integridad de los ciclistas.

Alex Jiménez, líder de planificación y diseño urbano de Arup Colombia, explicó que el evento pedagógico realizado el pasado 26 de octubre en el Bulevar del Río hace parte de los componentes de promoción del uso de la bicicleta del proyecto de formulación de la Red de ciclo infraestructura de Cali Región; es decir, Cali, Palmira, Candelaria, Jamundí y Yumbo.

“Hemos armado esta pequeña alianza con la Javeriana Cali porque nos enteramos de que tenían este ejercicio exploratorio para que los ciudadanos puedan percibir lo que sienten los ciclistas cuando andas en las vías de Cali y la región. En ese sentido, creemos que es muy importante porque de esta manera todos los ciudadanos pueden volverse más conscientes de lo que implica ser ciclista y también las responsabilidades que acarrea ser conductor de un vehículo privado, de un tractor, un bus de transporte, etcétera”, agregó.

A su vez, Edna Rojas, arquitecta y planificadora urbana y líder del proyecto para el desarrollo de la ciclo infraestructura Cali Región, advirtió que El vértigo de andar en la ciudad es un “ejercicio supremamente interesante porque nos plantea el escenario de montarnos en los zapatos de los ciclistas, poder vivenciar en carne propia a través de la realidad virtual todas las problemáticas de montarse en una bicicleta, en unos patines en una infraestructura de una ciudad inexistente o discontinua. Todos somos actores de la vía y debemos ser conscientes de los riesgos y de la forma en la que nos exponemos cuando salimos a la vía, bien sea como peatón, como ciclista o como conductor de auto o transporte público”.