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“El ser humano es la clave de la transformación social”

Christian Paz, nuevo director del MBA y de la Especialización en Negocios Internacionales
Karen Daniela Ferrín

Creado por: Lola Ferrin

El ser humano es la clave de la transformación social y todas las empresas, desde su estructura, deberían trabajar para hacer posible el desarrollo de la región, procurando que se suplan las necesidades de los otros. De eso está convencido Cristhian Marcel Paz Castillo, el nuevo director de la Maestría en Administración de Empresas y de la Especialización en Negocios Internacionales de la Javeriana Cali.

Paz Castillo es ingeniero de sistemas de la Universidad de Nariño, magíster en Administración de Empresas de la Javeriana Cali y candidato a doctor en Competitividad, innovación y sostenibilidad empresarial y territorial de la Universidad de Deusto, España. Tiene 18 años de experiencia como docente universitario y nueve como agente de cambio y emprendedor social. Estuvo vinculado a la Fundación Suyusama, en Pasto, y al Instituto Mayor Campesino, en Buga, donde se desempeñó como consultor en temas de emprendimiento e innovación social.

En entrevista, confesó que su recorrido profesional está inspirado en la intención de sembrar semillas de conciencia y cultivar capacidades en el ser humano para promover el florecimiento de una nueva generación de emprendedores sociales que transformen la realidad actual; reveló cuáles serán sus principales proyectos como director de estos posgrados y explicó cómo se configuran los nuevos liderazgos en la post pandemia.

 

¿Cuál es el gran compromiso de la academia con el desarrollo de la sociedad?

Yo creo que tenemos un compromiso mucho más fuerte hoy en día que consiste en formar profesionales o magísteres y especialistas que puedan dirigir y crear organizaciones que aporten a la transformación social que este mundo y nuestro territorio necesitan. Con la pandemia nos dimos cuenta de que hay algo que está desestructurado dentro de este sistema. El reto fundamental es ese, descubrir cómo podemos hacer para que estas personas que vienen a formarse puedan adquirir habilidades, competencias y destrezas que las puedan llevar a consolidar esos elementos para la transformación social que el mundo necesita. No se puede pensar solo en el tema económico, está claro que se necesita ver un poco más allá, ver cómo las empresas pueden aportar a la construcción de un país más justo, más igualitario y a la vez, a la preservación del medio ambiente. Es fundamental que nuestros estudiantes salgan a dirigir o a crear empresas desde las cuales se posibilite la generación de empleos dignos e involucrar a sus empleados dentro de la lógica de cuidar nuestra casa común, de generar ingresos de manera sostenible, y desde un nivel más avanzado pensar en la sostenibilidad social y medioambiental dentro de la estructura de la organización como tal.

 

¿Cuál es su gran reto como director del MBA y la Especialización en Negocios Internacionales?

Queremos volver más fresco el MBA, más dinámico, más actualizado, con otro tipo de componentes en el proceso de aprendizaje; por ejemplo, incorporar los temas de sostenibilidad, de innovación y transformación digital, pues la pandemia nos demostró que las empresas deben migrar, deben tener elementos que los ayuden a la incorporación de la transformación digital y eso es clave para nuestro MBA. Por otro lado, el reto fundamental con la Especialización en Negocios Internacionales es convertirla en un programa 100% virtual para el segundo semestre del 2022 con un alto componente sincrónico. Esto nos permitiría tener una cobertura más amplia, llegar a otros territorios como puertos y grandes capitales donde el programa pueda tener un mayor impacto y, sobre todo, generar desarrollo económico e impacto social.

 

¿Cuál es el gran potencial de estos programas y cómo aprovecharlo?

Primero, la acreditación AACSB es fundamental porque hace que los programas de la FCEA cuenten con un nivel de prestigio internacional y eso nos garantiza unas repercusiones muy importantes porque no estamos ofreciendo un programa cualquiera, sino uno con los mayores estándares de calidad a nivel mundial. Por esta razón estamos dentro del 5% de las facultades en el mundo que cuenta con este sello. Pero también para nosotros es un reto porque debemos ofrecer temas de innovación, de sostenibilidad, de digitalización, o sea, tenemos que estar a la vanguardia de las escuelas de negocio a nivel mundial.

Otro aspecto interesante es que nosotros estamos pensando en cómo generar propuestas de negocios innovadoras en ambos programas; que estos futuros egresados puedan plantear soluciones a problemas de este mundo real a través de propuestas de valor alternativas, diferentes e innovadoras, que le apuesten a esa transformación.

Por último, cabe mencionar las misiones académicas internacionales que se hacen una vez al año, donde nuestros estudiantes viven una experiencia con contenido significativo. Por ejemplo, el año pasado el tema que abordamos fue el de la innovación en Barcelona. Los estudiantes pudieron hacer un reconocimiento de lo que estaba pasando allá en este aspecto y hacer contactos, lo que se convierte en otro de los grandes potenciales que pueden desarrollar cuando están cursando nuestros programas.

El reto fundamental es descubrir cómo podemos hacer para que las personas adquieran habilidades, competencias y destrezas que las puedan llevar a consolidar esos elementos de la transformación social que el mundo necesita.

¿Cuál es el valor agregado que ofrecen estos programas a los líderes de las empresas en plena crisis económica por la pandemia del Covid-19?

Esa es una buena pregunta, y la respuesta es el sello distintivo que tenemos aquí en Javeriana, el hecho de que nosotros siempre pensamos que el ser humano es la clave de la transformación social. Esa filosofía humanista que se maneja en la universidad está impregnada en nuestros programas también, se transmite esa misión y esa visión a nuestros estudiantes, y una de las cosas más importantes que tienen estos programas es que no solo pensamos en desarrollar habilidades o capacidades profesionales, sino también capacidades humanas para que estas personas puedan pensarse siendo parte de la sociedad, siendo parte del mundo en el que vivimos; cómo esa transversalidad humanista que maneja la filosofía jesuita se transmite también a los estudiantes, y eso para mí es fundamental, porque no solamente se trata de aspectos técnicos, sino también sentido humano; cómo esas personas pueden llegar a sentir lo que el otro siente, y cómo desde su rol profesional pueden aportar para que las necesidades de los otros se suplan. Yo creo que eso nos hace diferentes. Eso nos hace únicos, y es un elemento clave para que estos programas tengan un impulso y un crecimiento.

Aparte de eso, contamos con unas herramientas técnicas específicas, herramientas y simuladores con los que estudiamos casos reales de lo que sucede en empresas. Se simulan estrategia, competencias, competitividad y escenarios de mercado; eso es clave porque hace que el estudiante tenga una experiencia práctica sin salir de las aulas.

 

¿Cuáles son las claves de los nuevos liderazgos en la pos pandemia?

De acuerdo a la experiencia de lo que estamos viviendo, debemos retomar el concepto de lo local. Necesitamos una mirada global, pero con un accionar local. Hay una necesidad de aportar a la transformación y el crecimiento del país. No podemos pensar solo con una mirada hacia afuera, aquí se necesita generar empleo, se necesita generar desarrollo, se necesita aportar a esta región.

Por otro lado, creo que los gerentes o las personas que dirigen estas organizaciones necesitan desarrollar más aspectos de empatía, de sentir qué le pasa al otro, qué le duele al otro, y cómo, desde mi posición puedo aportar a esa transformación, cómo puedo aportar a que ese dolor de la gente se vea disminuido de alguna manera, desde lo que hacemos. A partir de ahí vienen aspectos importantes como el tema del pensamiento creativo e innovador. Hoy en día los jóvenes y los futuros profesionales tienen que pensar de manera creativa, innovadora, diferente porque si una empresa no se renueva, si no piensa de manera innovadora, quiebra. Esa es una capacidad que el nuevo profesional debe empezar a desarrollar. Tener claro que todo cambia, que el mundo cambia y qué vamos a hacer al respecto.

No solo pensamos en desarrollar habilidades o capacidades profesionales, también capacidades humanas para que los futuros especialistas y magísteres puedan pensarse siendo parte de la sociedad.

¿Qué herramientas ofrecen estos programas para que sus estudiantes aprendan a identificar oportunidades de expansión de sus negocios?

Transversalmente y dentro de cada uno de los programas ofrecemos los componentes de gestión del liderazgo, porque una cosa es ver al jefe de recursos humanos en esa posición de gerente, que ver a un líder que impulsa, que apoya, que aporta al crecimiento no solo profesional, sino también personal. Alguna vez escuché que el mejor líder no es el que está siempre presente, sino que el que sin estar presente hace que la gente siga trabajando y siga impulsando sus ideas y sus sueños. Nosotros formamos esos nuevos liderazgos con unas asignaturas interesantes que te ponen a pensar cómo gestionar la crisis o cómo adaptarse al cambio.

 

¿Qué hace diferente a un magíster de Administración de Empresas y a un especialista en Negocios Internacionales javeriano?

La diferencia de nuestros programas frente a otros está en el alcance de los egresados dentro de sus organizaciones. El MBA adquiere herramientas integradas, con unas capacidades y unas competencias que le permiten dirigir cualquier escenario de la organización. Sabe de recursos humanos, de la parte financiera, de la gestión comercial y la gestión de mercadeo. En ese año y medio de estudios recibe mucha información de todos los componentes, de manera integral, con una perspectiva estratégica, pensando desde la lógica empresarial, pero también teniendo a la persona como eje central del proceso.

En la especialización ya nos enfocamos en algo mucho más específico. El especialista en Negocios Internacionales lo que busca es tratar de encontrar oportunidades de negocio en un entorno dinámico y cambiante que puede ser a nivel internacional. Ahí está la clave de este programa, cómo el egresado puede hacer que lo que se está produciendo en el país pueda llegar a otros mercados. También es importante el tema de las relaciones comerciales, o sea, desarrollar habilidades netamente comerciales, pero no a una escala nacional, sino internacional; un aspecto muy importante es la interculturalidad, porque el especialista tiene que empezar a jugar con esas culturas a las que va a llegar, no es lo mismo hacer negocios en Colombia, en Perú, o Ecuador o ir a Dubai, Sudáfrica o a España.

 

¿Por qué hacer un posgrado en un contexto de industria 4.0, de convergencia digital y de grandes retos económicos, políticos y sociales?

Porque necesitamos nuevas personas, nuevas habilidades, nuevas competencias. En la Especialización de Negocios Internacionales y en la Maestría en Administración de Empresas tú construyes el conocimiento con otros y esa es la clave. Hacer un posgrado te ayuda a integrar lo que ya tú sabes con lo que otros saben; esa construcción colectiva del conocimiento es lo que les da valor a nuestros programas. El mundo de hoy nos abre las puertas para pensar en cómo vamos a volver digitales los negocios, pero no podemos perder la humanización, no podemos dejar que la tecnología supere al ser humano. Yo tengo la convicción de que la tecnología es muy importante, pero nunca va a ser superior al ser humano, a las posibilidades humanas que tenemos, al hecho de aportar a la transformación de la región junto con otros en un entorno más solidario y más justo, más equitativo donde haya más justicia social y, sobre todo, más igualdad. Hay que estudiar, hay que avanzar, pero hay que estar acompañado de los otros.

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